miércoles, 17 de febrero de 2010

Argentina y Torres del Paine (II)

De los Andes a otros Andes...


Durante el Aconcagua estuvimos en una parte de los Andes donde la vegetación era escasa y la altitud era un factor a tener en cuenta. Tras descansar en Puente del Inca, nos dispusimos a tomar un bus de largo recorrido que nos llevaría a la Patagonia.

Estuvimos metidos dentro de un autobús desde las 21h hasta las 13h aproximadamente (unas 17 horas). No era un autobús cualquiera, y aunque no daban leche merengueda ni hacía tolón se portaron bien porque nos atendieron con cena, desayuno y almuerzo. Estuvimos bien acompañados de una maratoniana sesión de cine e incluso un bingo en el cual por muy poco no obtuve el premio deseado de una botella de vino de Mendoza.



Bariloche...


















Llegamos a la capital de la Patagonia muy contentos del gran recibimiento brindado por las aguas del Lago Nahuel Huapi con sus aguas azuladas y enormes brazos e islas.

La vista desde el Cerro Campanario es espectacular. Los fiordos hacen aparición y a pesar de que la cordillera de los andes va disminuyendo en altura a medida que viajamos hacia el sur, la sensación de estar rodeado de glaciares es aún más grande (los vientos fríos del Pacífico tienen la culpa).


¿Qué podríamos hacer en Bariloche? Existe cierta variedad de actividades: excursiones en bicicleta, a caballo, en barco, a pie, en coche, cruce andino ... y siempre acompañados de su extenso lago. El color verde de la vegetación de esta región es aún más vistoso junto con el amarillo de las retamas; además, es conocido el bosque de arrayanes ó la selva valdiviana.



Cerro Tronador...




Habíamos pasado unos días en Bariloche con no demasiada fortuna en cuanto al tiempo y habíamos reservado un día para ver una montaña con más de 3000 metros de altura. El día no pudo salir mejor. Me gustó el cerro por partida triple, ya que lo componen tres cimas: la principal, la chilena y la argentina.



Es una excursión desde mi punto de vista fundamental ya que se presentan dos particularidades al hacer esta visita:



1. El Tronador: oír cómo el hielo se rompe y produce un ruido tan igual al de unos truenos como si rugiese ó cobrase vida.

2. El Ventisquero Negro: situado por debajo del inmenso Glaciar Manso (con un espesor de nieve que parece que va a caer y que asustaría hasta al más optimista). Se caracteriza por ser un glaciar de color negro debido a los sedimentos y a diferencia del color blanco de cualquier otro glaciar.












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