lunes, 7 de noviembre de 2011

Nigeria & The King of Africa

Esta mañana de sábado fui a ver unas supuestas cataratas que me habían comentado que encontraría por la zona. Debido a que el conductor que tenía no conocía el sitio y en este país hay un montón de lenguas (siendo el inglés la lengua común), para preguntar por la zona vino con nosotros un chico con el que podríamos comunicarnos para alcanzar el objetivo.

Metimos el vehículo por una pista que se adentraba en la selva y llegamos a una casa donde vivía nuestro protagonista. Éste era una especie de tarzán nigeriano pero sin taparrabos y tampoco mono.

Adjunto unas imágenes del gimnasio que tenía montado el tarzán. Todo muy curiosete y apañado. Y que decir de mejor calidad que cualquier otro gimnasio. De cerca me impresionó incluso más por los detalles tan buenos que presenciaban mis ojos.



Aquí el amigo nos comentaba que el pelo que tenía lo llevaba dejándolo crecer casi toda la vida, y que bien poco le faltaba ya (unos 5 años quizás) para que le llegara al talón, convirtiéndose según decía en King of Africa. Por otra parte, también pensaba que podría así mismo el objetivo de tener un nuevo Record Guiness. Casi nada... si finalmente ocurre y lo veo en el telediario tendré el gusto de decir que lo encontré un día por la selva. Aunque realmente creo que difícilmente ocurra que un chino lo ha tenido 7 metros de largo.

Bajamos por un sendero no muy complicado, pero delicado, para divisar unas caídas de agua y estar más cerca. Se puede casi sentir la fuerza tan bruta con la que discurre salvajemente el río.




Para acercarnos algo más a estas caídas de agua había que pasar un puente hecho por la caída de un árbol. Parecía que por ese lado la cosa era más complicada. Pude pasar el puente y la adrenalina de estar más adentro de la jungla empezaba a dispararse. Me dijeron que hay leones, pero están muy lejos. Para mi sentido común es un aliciente adenalítico más.



Nos metimos campo a través y por trochas de sendero resbaladizo para divisar varios puntos sobre el río y sentir aún más la naturaleza en vivo.


The King of Africa parece un señor muy feliz. Me comenta: "Esto es el corazón de África".



Mis otros dos compis, viendo que no era fácil andar por ese sitio, bromeaban diciendo que era muy fuerte. No era para tanto, pero pensé obviamente que no se les ocurriría llevar por dónde me metieron a turistas normales ya que incluso una caída podría llevarte al abismo precipicio abajo y lo que quedase de tí arrastrándose por el río.



Muy contento y feliz de la experiencia. Creo que la sonrisa no se me despegó de la cara. Y con tristeza al marcharme porque quizás no encontraré un día tan original como éste durante mi estancia en Nigeria.


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