Transvulcania

Para mí, este año es la segunda Ultra y la segunda también en las Islas Canarias. No obstante, a pesar de encontarse tanto la Transgrancanaria como la Transvulcania en latitudes muy similares el escenario y todo lo que acontece alrededor me parece bien distinto: paisajes, organización, ambiente... y es que a esta Isla de La Palma se la considera como la Isla Bonita (no hace falta pensar demasiado para suponer el porqué de su significado).

La carrera tenía una longitud de 83 km (a mi parecer debieron salir unos 75km) y unos 4400 mD+ (este dato me pareció más lógico). El recorrido en sí no estaba señalizado, había que seguir el gran GR que recorre la isla desde el sur en el Faro de Fuencaliente hasta Tazacorte (un GR que durante los primeros 25km aproximadamente comprende lo que se conoce como la Ruta de los Volcanes; una segunda parte que comprende la Crestería de la Caldera de Taburiente donde alcanzaríamos cimas como el Pico de las Nieves, la Punta de la Cruz ó el Roque de los Muchachos; y una tercera parte de descenso hasta Tazacorte. Desde Tazacorte seguiríamos parte de otro GR de subida hasta los Llanos de Aridane donde la gloria nos esperaba.

Una de las mejores carreras organizadas desde mi punto de vista: autobuses desde diversos puntos de la isla, despliegue en muchos puntos de controles de pasos y desvíos para no perderse, corte absoluto en carreteras, helicóptero, fotógrafos, información desde el mismo aeropuerto hasta en canales de televisión de un evento en el cual casi todo habitante de la isla se dio por enterado, etc.

No obstante, algo que podría mejorar la organización sería la salida (se dio lugar casi 400 personas para la Ultra de 83km y unas 800 personas para una carrera más corta de 28km); quiero decir con esto que desde el Faro de Fuencaliente ya se empezó a tomar un sendero de montaña donde un tapón de unos importantes minutos era más que previsible. Pienso que ambas carreras podría subsistir en un mismo día, pero podría dividirse en dos salidas ya que no es muy necesario salir a las 6 de la mañana para recorrer los 28km de la carrera corta y ver al ganador llegar antes de las 9 de la mañana, sumando otras ventajas como realizar el recorrido corto con luz del día completamente ya que los paisajes eran impresionantes. Esto de los tapones de gente en la salida es algo que ocurrió muy similar a lo de Cavalls del Vent, pero más exagerado aún en la Transvulcani (curiosamente ambas carreras organizadas estupéndamente por Nature Trails).

A las 3 y pico me levanté, mi cuerpo no está acostumbrado a ello y hay que hacer el esfuerzo mental para levantarse y autoconvencer al organismo. Ufff... lo malo es que tan temprano no me apetece ni desayunar y ya el estómago con las frescas de la mañana se me revuelve a estas horas. Por la noche dejo todo preparado para no olvidarme nada y si por quedarme dormido a última hora salir pitando lo antes posible. Estábamos en los Llanos de Aridane, así que pitando y andando rapidito hacia la estación de guaguas donde varios autobuses de la organización nos llevarían a la salida en el Faro de Fuencaliente.

Nada más llegar al Faro de Fuencaliente (creo que no eran todavía las 5 de la mañana), al bajar del autobús... crashhhh... resbalón tonto y caída monumental bajando rodando y de culo por dichas escaleras... me dí sobretodo en el espinazo al final de la columna estando como 5 minutos con un dolor descomunal que me impedía ponerme totalmente rígido (después de dos semanas aún me duele el espinazo vamos...). Decir que fue la única caída que tuve durante todo el día.

Después de una larga espera por fin se dio la salida a las 6 de la mañana, gente con petos amarillos para realizar la gran gesta y otros muchos naranjas para recorrer la Ruta de los Volcanes; un poco de musiquilla para ir animando al cuerpo y .... pistoletazo... ni siquiera hay terreno para adelantar a lo más lentos que empiezan andando, y un estrecho sendero desde casi el principio nos hace estar parados a la gran mayoría como el que espera en la cola del autobús... la organización recordó a la gente no salirse del camino, pero aún así hay prisas por saltarse los parones y se producen más colas... también hay que jugársela porque adelantar a alguien que va con bastones y la música a tope con los cascos puestos ni te oye, ni te siente y el que se puede llevar un golpe eres tú... este inicio ya te hace andar y correr poco, no coges ritmo... sólo ir en primeros puestos te puede salvar de esto. La carrera al final pone a cada uno en su sitio (ó casi), pero mentalmente hay que estar fuerte para empezar desde atrás y saber sobrellevarlo acabando delante... 

Para mí, entre el dolor en el espinazo que me dolía al empujar hacia arriba, el dolor de estómago que notaba era más acusado cuando corría, las colas del principio con los vicios a andar.... me dí cuenta que ésta no iba a ser para mí una buena carrera, así que intenté sobrellevarla lo mejor posible para disfrutarla sin importarme qué tiempo hacer ó en qué posición quedar y detenerme a hacer las fotos del maravilloso paisaje que encontramos durante ese gran día (en total hice unas 50 fotos con mi cámara del móvil, lo cuál tomaba su tiempo porque tenía que sacarlo, limpiar el objetivo de éste al empaparse de sudor y te corta el ritmo). Tengo que decir que a pesar del dolor de estómago que llevé durante la carrera, y del también sofocante calor común para todos, disfruté de la carrera muchísimo. 




Ruta de los Volcanes



El Teide al fondo

El Oeste de la Isla desde la Ruta de los Volcanes





Paisajes de la Ruta de los Volcanes

Acusando mi dolor de estómago, ya tuve que hacer una parada poco antes de la llegada al refugio de El Pilar, punto donde estaría la meta para la carrera corta y también primer punto de avituallamiento sólido para todos. Tardé 4 horas en alcanzar este punto. Poco después, en un terreno fácil por pista que tendríamos me escondí en el bosque para estar unos 15 minutos agachado intentando ver si me recuperaba y seguir más suelto... pero ya asumiendo sobrellevar la tripa como fuera.

Mar de nubes en la subida por el camino de la Crestería

El paisaje es tan sobrecogedor... imposible a negarse para mí a hacer unas cuántas fotos...

Caldera de Taburiente

Mar de nubes por ambos lados

La Caldera parece más bien una Olla a presión

Mar de nubes con la cima del Bejenado en medio a la vista



Bajando...



Buena foto tomada durante la bajada

Y.. llegando

Comentar que en la llegada nos esperaba una comida, teníamos a nuestra disposición masajes, cuidados para el pie... un lujazo. Además, añadiendo a la camiseta obsequiada por la organización tendríamos otra como Finishers.

Conclusión: Esta bonita carrera es un evento que nadie debería perderse. Es un carrera para disfrutarla, estar en contacto con el entorno de la isla: los volcanes, las vistas aéreas, la vegetación, la originalidad del paisaje, ese entorno precioso con mar de nubes que tuvimos, el buen ambiente que había incluso a las 7 de la mañana donde la gente nos aplaudía con sus pijamas desde las puertas de sus casas, y buen rollo que existe en toda la isla con este evento... sin duda, es de las que apuntamos para repetir alguna otra vez.